Todos y todas sabéis que a papá le encanta cocinar, y que yo le ayudo (soy su mini chef, por si no lo sabíais). El otro día quise demostrarle a papá que soy capaz de hacer una tortilla, para a ver si así me asciende a papiayudante de cocina. Él me contestó que sí, que se la hiciese.
Antes de seguir leyendo sería interesante que vieseis la foto del final del post porque tiene relación con lo que os voy a contar.
Primero le dije que necesitaba un delantal, porque lo primero en la cocina es la limpieza. Él fue a la cocina, cogió uno de los suyos, y como buenamente pudo, me lo puso. Me venía enoooorme, pero al menos no me ensuciaría.
Primero corté la cebolla y las patatas como hace él, y las dejé preparadas en un plato. Luego cogí los huevos (ojo que no los de papá), y los eché en el bol donde los batí con un poco de sal. Después puse a calentar el aceite (con la supervisión de papá), y cuando estaba caliente eché la patata y la cebolla. Dejé que se pacharan o pocharan o algo así (para que nos entendamos, las freí un poco). Una vez listas, con la espumadera las escurrí y las mezclé con el huevo. Guardé el aceite dejando un poco en la sartén para que la tortilla no se pegase (la verdad no se con quién se iba a pegar una tortilla), y eché el huevo con la patata y la cebolla. Removí un poco, y cuando ví que estaba cuajando le dí la vuelta sin que se cayese nada. Apagué el fuego y la dejé reposar. Luego cuando se atemperó, la pasé a un plato.
Papá me dijo que lo había hecho muy bien, y que me había ganado el ascenso muy merecidamente. Yo estaba super feliz y quise que mamá la probase primero. Me dijo que me había salido redondita y perfecta de sabor.
Este post se lo quería dedicar a todos y todas mis compañeros del curso del cdt de ayudante de cocina, y también a un enamorado y apasionado de la cocina que siempre pone unas recetas buenísimas en su blog. Va por tí Ximo Carrión, más conocido por Fentdetutto.
Espero que pronto nos volvamos a ver por aquí. Si no escribo antes, que paséis buenas vacaciones de Semana Santa.
PD: la dedicatoria la ha hecho papá ¿eh?.